Por qué sube el dólar en la Argentina es una pregunta que se repite con frecuencia desde hace varias décadas. Acá les dejamos la respuesta corta, que es completamente cierta.
En la Argentina, como en cualquier otro país del mundo, el dólar sube porque hay más demanda que oferta. Dicho de otra manera, hay más “gente”, y por gente entendemos también a empresas, inversores y cualquier otro actor económico, más interesada en comprarlo antes que en venderlo.
La afirmación anterior lleva a otra conclusión, también cierta. Si se da vuelta la relación y mucha gente quiere vender dólares, en lugar de comprarlos, el dólar bajará. Esto, en general, no ocurre en la Argentina. Por eso algunos economistas sostienen que cuando baja, en realidad el dólar solo va hacia atrás para tomar impulso y volver a saltar.
Pongamos un ejemplo muy sencillo y usado mil veces. En un día de mucho calor caminando por el centro de tu ciudad capital, vas al kiosco a comprarte una botella de agua. Pero como mucha gente ya fue a comprar, el kiosquero la subió de precio, porque vio que pese a cobrarla más caro, seguiría vendiendo.
A vos te molesta que te quieran cobrar el agua tan cara, así que no comprás. Seguís caminando 10 cuadras más, hasta que no das más. Parás a comprar en otro kiosco, que te quiere cobrar la botella de agua incluso más cara que el anterior. Es posible que compres, por dos motivos: te estás muriendo de sed y ya no aguantás más, y tu mente recopiló la experiencia reciente. Es decir, crees que si seguís buscando, más adelante vas a pagar más caro.
Ahora nos tenemos que preguntar por qué la gente quiere comprar dólares, y cuándo deja de querer comprar dólares. La gente quiere comprar dólares porque considera que sus ahorros van a estar más protegidos en dólares que en pesos. Esto es esencialmente cierto a lo largo de la historia. Por eso en la Argentina se inventaron varias alternativas para comprar dólares en medio del cepo cambiario.
Hay, además, maneras de dolarizarse, es decir, tener el dinero atado al dólar, sin necesidad de desprenderse de los pesos. Tan sencillo como eso. Solo es cuestión de conocer algunos secretos sobre las inversiones en moneda argentina de empresas extranjeras.
La suba generalizada de los precios (inflación) y la pérdida de poder de la moneda en comparación con otras (devaluación) hacen que sea muy inconveniente tener plata ahorrada en pesos.
Un límite a la compra de dólares (la demanda de la que hablábamos al principio) es el precio. Es como cualquier otro bien. Si algo sale muy caro con respecto a lo que yo pienso que debe salir, tengo menos ganas de comprarlo. Volviendo al ejemplo del agua, incluso aunque estemos muy sedientos, no venderíamos nuestro auto para comprar una botella de medio litro.
El problema es que en la Argentina ocurre algo muy particular. En muchos casos, cuando el dólar empieza a subir rápido, la gente cree que va a seguir subiendo, entonces se lanza a comprar a un precio cada vez más alto, algo que profundiza la tendencia a la suba del precio. En algún momento, frena, pero el freno es un nuevo piso, más alto, con respecto a la cotización anterior.
Hay dos claves para detectar en qué momento va a subir el dólar, o hay más peligro de que suba el dólar. La primera es cuando hay lo que se llama atraso en el tipo de cambio. La segunda es cuando el Banco Central no tiene reservas, o tiene muy pocas reservas.
El atraso del tipo de cambio implica que el peso argentino es fuerte con respecto al dólar. Si bien hay maneras de calcular ese atraso matemáticamente, cualquier persona puede empezar a notarlo. Hay atraso cuando uno siente que las cosas importadas no están tan caras. Puede ser una señal de alerta.
¿Cuál es el problema del atraso cambiario? Que a menos que la economía esté funcionando bien, es altamente probable que haya una devaluación para que el dólar se encarezca.
El otro termómetro son las reservas del Banco Central. Es fácil darse cuenta cuándo hay problemas. Sucede que cuando el Banco Central tiene pocos dólares, los medios de comunicación lo informan con mucha frecuencia. Hay que estar atentos.
Dijimos al principio que el dólar sube cuando hay mucha gente que compra y poca gente que venda. El Banco Central funciona como regulador de eso. Si hay mucha gente que compra y pocos que quieren vender, el Banco Central puede vender parte de sus reservas para sumar al lado de la oferta y que el dólar no suba. Es decir, impide que haya una gran devaluación.
Hay dos claves para detectar en qué momento va a subir el dólar, o hay más peligro de que suba el dólar. La primera es cuando hay lo que se llama atraso en el tipo de cambio. La segunda es cuando el Banco Central no tiene reservas, o tiene muy pocas reservas.
Un ejemplo. En agosto de 2022, el Banco Central de Brasil tenía reservas por más de 350.000 millones de dólares. Es mucho. Y el de la Argentina, casi no tenía reservas. Es por eso que nadie hablaba de una posible devaluación en Brasil, mientras que todo el mundo creía que era una posibilidad cierta en la Argentina.
Problemas del dólar
Si empezamos a escarbar en la relación en la oferta y la demanda, vemos que distintos factores afectan la suba o la baja del dólar.
Por ejemplo, si el país aumenta las exportaciones, o aumentan el precio de las cosas que exporta un país, entran más dólares. Es decir, habrá más oferta. El precio tenderá a bajar.
Esto es muy curioso, ya que puede ser malo para la economía. Se llama enfermedad holandesa. Es cuando un sector ingresa muchos dólares, hace que la moneda del país se vuelva muy fuerte, entonces otros sectores casi no pueden vender afuera porque son muy caros para los compradores de otros países.
También puede ocurrir el efecto contrario. Cuando el dólar está muy barato, tienden a aumentar las importaciones. Eso hace que haya menos dólares.
El hecho de que el dólar suba con una fuerte devaluación se debe a que la economía del país es débil. En la mayoría de los casos, se debe a que el Estado gasta más de lo que tiene, por lo que debe recurrir a otros métodos para financiarse. Uno de ellos es emitir moneda, es decir, poner más billetes en la calle. Eso hace desvalorizar el resto de los billetes.
Es un círculo vicioso. Cuando un país gasta más de lo que le ingresa, todos los agentes económicos empiezan a desconfiar de su capacidad para funcionario. Por ejemplo, de su capacidad para pagar la deuda que tomó. Eso hace que quienes tienen deuda la vendan, algo que deprime los precios de esa deuda y aumenta el costo del endeudamiento. También hay una mayor tendencia a irse de los pesos y refugiarse en el dólar. Aumenta la demanda, y sube el precio.
Volvamos a la pregunta del comienzo, que es por qué sube el dólar en la Argentina. La respuesta es simple: porque falta. Cuando eso deje de ocurrir -porque suban los precios de la producción local, porque bajen las importaciones o por una combinación de ambas y más cosas-, debería desaparecer ese problema. Solo hay que intentarlo.
Si llegaste hasta acá, es porque te importa mucho cuidar tu dinero y estudiar alternativas para preservar el fruto de tu trabajo. Una alternativa interesante es comprar acciones de empresas que pagan dividendos. Si bien puede sonar complejo, se puede empezar de a poco, sin arriesgar demasiado. En países de alta inestabilidad en la moneda, este método de ahorro e inversión puede cambiarte la vida.